En los últimos 50 años de existencia humana, el número de alergias respiratorias ha experimentado un crecimiento enorme llegando a ser una pandemia mundial.
El sistema inmunológico ha evolucionado a lo largo de millones de años para ocuparse de muchas funciones metabólicas como la detección y eliminación de infecciones de virus, bacterias y hongos que pudieran agredirnos.
Desde mi punto de vista, las causas principales de las alergias respiratorias se deben a que la vida es más artificial y alejada de la naturaleza en las grandes ciudades y que los últimos 50 años el sistema inmunológico ha tenido que identificar y reaccionar o no ante miles de cosas nuevas que antes no existian y tanta actividad e información a procesar le saturan y le hacen cometer fallos que provocan muchas de las reacciones alérgicas e enfermedades auto inmunes.
La contaminación del aire que respiramos por los humos de las fábricas, combustibles de calefacciones y vehículos, los disolventes de las pinturas y de los nuevos materiales hacen que el aire de muchas ciudades tenga altos niveles de contaminación.
El agua potable contiene cloro y a veces otros productos químicos, además de otros contaminantes que vienen de usos y vertidos de la agricultura y la industria. Incluso el agua embotellada en plásticos contiene trazas de los mismos.
Muchos de los alimentos que consumimos están desnaturalizados con procesos de producción y conservación industriales y suelen estar llenos de cocteles de aditivos químicos llamados códigos E….
Los herbicidas, insecticidas, abonos, productos químicos, las transformaciones genéticas de los alimentos transgénicos, la alimentación inadecuada de aves y ganado las medicaciones , antibióticos, hormonas y vitaminas que le suministran para el crecimiento y engorde acelerado.
Los productos de limpieza cada día son más complejos en sus fórmulas.
El uso abusivo de los medicamentos, las radiaciones y los materiales nuevos.
A esto le tenemos que sumar el estrés de la vida y las emociones negativas que favorecen la aparición de muchas enfermedades.
Una inmensa cantidad de información que satura al sistema inmunitario de algunas y le hacen cometer errores al reconocer como enemigos a partículas del aire como el polen que antes no suponían ninguna amenaza y ahora son identifidas como enemigos alérgenos, ante los que hay que reaccionar con los síntomas de las alergias para defendernos, expulsarlos del aparato respiratorio o evitar su entrada.
La buena noticia es que la mente entrenada tiene el poder y los recursos para reprogramar al sistema inmunógico para recuperar la calidad de vida respiratoria.