Tengo varias amigas enfermeras, médicos de urgencias y celadores que me cuentan lo agotador y estresante que es su trabajo diario en el hospital. La rapidez para atender a personas con sufrimiento. La destreza profesional para aliviarlo y curarlo es su oficio.
Son ángeles salvadores que hacen desaparecer el dolor y que la vida continúe.
Muchas de las atenciones a los enfermos, las hacen en posturas y esfuerzos que cargan el cuello, los hombros, las piernas, la espalda y el alma.
El cansancio, la tensión acumulada y el no saber descansar, hace que muchos profesionales de la sanidad padezcan enfermedades respiratorias, alergia, asma, ansiedad, depresión y estrés.
Hace un rato me llamó Nieves, después de acabar su trabajo de enfermera. Me decía que estaba agotada y no tenía ganas de hacer nada cuando llegaba a casa, ducharse, comer y sentarse a ver la tele. Me decía que el cansancio se le ha acumulado: ¿Qué puedo hacer?
Le pregunte si podría disponer de una habitación o un lugar donde no haya más que una alfombra mullida y unos cojines, un ambiente agradable para descansar de otra manera que no sea el sofá o la cama. Un lugar agradable con buena luz y silencio. No importa que sea pequeño el espacio, pero que tenga sitio para tumbarte en el suelo y extender los brazos. Será tu lugar de descanso a nivel del suelo para hacer estiramientos, yoga, ejercicios de Indalo Codex, leer, meditar y tomar un té si te apetece.
La vida moderna con sus muebles altos, evita que nos agachemos y adoptemos posturas totalmente naturales para el cuerpo humano, esto tiene consecuencias negativas a largo y a corto plazo. En muchas culturas orientales se usan espacios donde las personas están sentadas sobre alfombras y cojines en contacto con la madre tierra.
Cada vez que te agaches y te sientes en el suelo ganas agilidad para el mañana, cuando te tumbes sobre una alfombra o una manta tu columna se alineará.
También hay que incorporar en la vida el ejercicio y encontrar tiempo para, pasear, nadar, ir al gimnasio o hacer el deporte que te guste.
Convierte tus paseos en terapias incorporando unos ejercicios de Indalo Codex.
Come de forma saludable una dieta variada, digerible, equilibrada y personalizada, pues no todo le sienta igual a todo el mundo.
Cena 3 horas antes de ir a la cama para que la digestión no te quite el sueño, ten agua en la mesita de noche por si deseas beber.
El sueño es fundamental para recuperar las fuerzas y has de dormir lo suficiente para tener energía al día siguiente, lo normal suelen ser unas 7 u 8 horas.
La cama hay que elegirla bien pues pasas en ella una parte importante de la vida, el colchón, la almohada, las sábanas, las mantas, la ventilación y la temperatura han de ser adecuadas.
Si tienes dificultad para dormir y tomas café o té, quizás debas dejarlos, aunque pases los primeros días con cansancio, después dormirás mejor y estarás más descansada.
Es preferible levantarse un poquito antes para no estresarse pensando que vas ha llegar tarde al trabajo y hacer unos 5 o 10 minutos de ejercicios de Indalo Codex que te darán buen tono, enfoque positivo para el día y evitarán el estrés.
Intenta echarte una siesta o cabezadita después de comer 15 ó 20 minutos pueden ser suficientes.
Usa el poder sanador del agua de los balnearios y aprovecha tu baño o ducha diaria para relajarte y soltar tensiones repitiendo mentalmente el “Mantra del baño” El agua cristalina limpia purifica y sana mi cuerpo y mi mente (Guía de ejercicios del Indalo Codex)
Regálate un masaje con frecuencia y verás que bien te sientes.
En lugar de quejarte y dramatizar emplea tu tiempo y tu energía en encontrar y aplicar soluciones.
Descansar no es perder el tiempo, descansar es recuperar la energía para afrontar eficientemente los retos y responsabilidades del día a día.
Xaverio
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